Ellie emprendió un proyecto con la organización benéfica NZ Blind Low Vision, destinado a reutilizar las alguna vez omnipresentes cajas de colección de monedas para perros de tamaño natural que habían adornado varios espacios urbanos y comerciales. Debido al cambio hacia una sociedad sin efectivo y al creciente valor del espacio comercial, muchos sitios de recolección ahora prefieren cajas de mostrador más pequeñas.
La escultura canina rediseñada de Ellie ya está a subasta y todas las ganancias se destinarán a apoyar la crianza, la cría y el entrenamiento de las futuras generaciones de perros guía neozelandeses ciegos y con baja visión. Su diseño está impregnado de influencias steampunk y divertidos motivos de animales, añadiendo un toque único y atractivo a la iniciativa benéfica.