Para celebrar el cumpleaños del arquitecto Oscar Niemeyer, un grupo en Brasil se acercó a Kathryn para pedirle permiso para usar su retrato que había completado para The Economist hace unos años. Proyectada en el costado de un edificio que él diseñó, Kathryn estaba encantada de poder contribuir a su digna celebración, e incluso la volvió a dibujar como una imagen vectorial para que tuvieran lindas líneas nítidas cuando se proyectaran en ocho pisos. Kathryn agrega: "Este es el mayor uso de mi obra de arte hasta la fecha, y un lugar tan lejano, ¡tan divertido!"