Wink, un escritor y guía de pesca con mosca que vive en la belleza salvaje de Montana, tocó una fibra sensible de Kathyrn, cuyas conexiones personales con la zona y su pasión por sus paisajes salvajes infundieron significado a la pieza.
El retrato captura el encanto robusto y la presencia reflexiva de Wink, lo que refleja la profunda afinidad de Rathke tanto por el sujeto como por la región.