Esta escena en particular se inspira en las tiendas de moda del Soho, famosas por sus largas colas esperando las últimas novedades de productos exclusivos.
Ambientada en una Nueva York del futuro cercano, la obra de arte también resalta la omnipresencia de personas influyentes y retrata una ciudad transformada por el aumento del nivel del mar, con calles convertidas en canales, agregando un toque único al paisaje urbano familiar.