Inspirado

Las piezas actúan como un tributo a Rockwell: la primera es de tres niños jugando un juego de canicas; también inspirado en las fotografías de Slim Aarons y el segundo, un niño sosteniendo un periódico con noticias sobre IA.

Utilizando tonos terrosos y una textura pictórica, Diego aporta su propio toque a las obras de arte. Al hacerlo, reflexiona sobre el estilo revolucionario de Rockwell, combinando realismo con elementos más suaves, un cambio que no fue muy adoptado durante la era de Rockwell. Diego plantea preguntas que invitan a la reflexión sobre la tendencia contemporánea de tratar el arte como mera reproducción. Al igual que el vínculo de Norman entre la fotografía y la ilustración tradicional, Diego destaca la importancia de la autenticidad en el trabajo de un artista, enfatizando que el verdadero arte no puede ser reemplazado por piezas elaboradas artificialmente.