"Fue un evento increíble en la tienda insignia de Swarovski en Londres a principios de diciembre", afirma Katharine, "en el momento perfecto para atraer el interés festivo de las multitudes de Oxford Street".
Katharine consideró un privilegio estar entre los creativos elegidos que contribuyeron al éxito del día, ofreciendo "obsequios de lujo" para la clientela exclusiva de la tienda. Naturalmente, la tienda brillaba y relucía con cristales Swarovski mientras Kathy elaboraba dibujos de moda en vivo de sus clientes.
Además de los retratos, los clientes disfrutaron de galletas exclusivas de Swarovski decoradas a mano y compras personalizadas con relieve en oro. Para realzar el ambiente festivo estuvo un hábil saxofonista que añadió otra capa a la experiencia, infundiendo al fondo una melodía conmovedora.